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La izquierda española, ¿un nido de depredadores sexuales? El caso Errejón destapa la hipocresía del feminismo de postureo

octubre 28, 2024

El Caso Errejón no es más que una cortina de humo con la que silenciar en los medios el caso PSOE y toda la corrupción organizada en torno a la mafia de Sánchez el UNO.

la izquierda espanola un nido de Fachosfera.info
Índice de Contenidos:

La denuncia de Elisa Mouliaá: Una bomba en el corazón de la izquierda

La aparente solidez del discurso feminista de la izquierda española se ha resquebrajado ante las acusaciones de Elisa Mouliaá, actriz y presentadora de televisión, contra Íñigo Errejón, exlíder de Podemos y actual referente de Sumar. Mouliaá ha presentado una denuncia por agresión sexual contra Errejón, desatando una ola de indignación y poniendo en tela de juicio la integridad moral de uno de los supuestos adalides de la lucha por los derechos de las mujeres.

La denuncia de Mouliaá describe un escenario perturbador: tras la presentación del libro de Errejón, este la aborda en el ascensor, sujetándola con fuerza por la cintura y besándola de forma violenta, dejándola sin respiración. La situación no mejora al llegar a la casa de Errejón, donde Mouliaá se siente incómoda y acosada, viéndose obligada a recordarle su propio lema, «Solo sí es sí», para intentar frenar su acoso.

Pero este episodio, que ha sacudido a la opinión pública, es solo la punta del iceberg. Al menos diez mujeres han presentado denuncias similares contra Errejón, todas ellas ignoradas o silenciadas por la cúpula de Podemos y, posteriormente, de Sumar.

El silencio cómplice de Yolanda Díaz y la izquierda

La sombra de la sospecha se extiende sobre Yolanda Díaz, actual vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar. Díaz era conocedora de las acusaciones contra Errejón desde hace al menos un año y medio. A pesar de ello, no solo no tomó medidas, sino que lo nombró portavoz de su formación. Esta actitud cómplice ha generado una profunda indignación en la sociedad española, que observa con estupor cómo la izquierda, autoproclamada defensora de los derechos de las mujeres, se convierte en protectora de un presunto agresor sexual.

El caso Ábalos: Otro ejemplo de la doble moral de la izquierda

El escándalo Errejón no es un caso aislado. José Luis Ábalos, exministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ha sido acusado de consumir prostitución y de recibir favores del dueño de un prostíbulo. Este caso, unido al de Errejón, evidencia la profunda hipocresía de la izquierda española, que utiliza el feminismo como un arma arrojadiza contra la derecha mientras encubre y protege a sus propios miembros, incluso cuando estos incurren en comportamientos machistas y abusivos.

Ramiro Santalices: La punta del iceberg de la depravación

La podredumbre moral de la izquierda española va más allá de los casos de Errejón y Ábalos. Ramiro Santalices, asesor de Yolanda Díaz en el Parlamento Gallego en 2009, fue acusado de poseer pornografía infantil en el ordenador de Sumar.

Dos militantes de Sumar descubrieron el material y se lo comunicaron a Yolanda Díaz, quien, en lugar de actuar contra Santalices, suspendió de militancia a los denunciantes. Santalices continuó como asesor de Díaz durante siete años más, hasta que los dos militantes, hartos de la inacción de la líder de Sumar, denunciaron el caso a la policía. Santalices acabó detenido, pero el daño ya estaba hecho. Yolanda Díaz, una vez más, había demostrado su falta de compromiso con la defensa de los más vulnerables y su tendencia a proteger a los suyos, incluso cuando estos cometían actos deleznables.

El feminismo de la izquierda: Una farsa que se desmorona

El caso Errejón, junto a los de Ábalos y Santalices, ha desenmascarado la verdadera cara del feminismo de la izquierda: un feminismo de postureo, vacío de contenido y utilizado como herramienta de poder.

La izquierda española se ha dedicado a demonizar a la derecha con la etiqueta de «machista», mientras miraba hacia otro lado cuando las acusaciones de abuso sexual y machismo señalaban a sus propias filas.

Esta doble moral ha generado un profundo malestar en la sociedad española, que exige un cambio real en la cultura política y un compromiso auténtico con la lucha contra la violencia machista.

La sociedad exige un cambio: El feminismo real no entiende de ideologías

La sociedad española exige un feminismo real, un feminismo que no se limite a discursos vacíos y a la búsqueda de réditos políticos. Un feminismo que no tolere el abuso venga de donde venga, un feminismo que proteja a las víctimas y no a los agresores.

El caso de Íñigo Errejón es una oportunidad para que la izquierda española reflexione sobre sus errores y emprenda un cambio profundo. Es el momento de abandonar el cinismo y la doble moral y de construir un feminismo real, basado en la igualdad y la justicia. Un feminismo que no se limite a la izquierda, sino que abarque a toda la sociedad.

Conclusiones: La hora de la verdad para la izquierda

La izquierda española se encuentra en una encrucijada. Puede optar por seguir encubriendo a sus miembros y despreciando a las víctimas, o puede asumir sus errores y emprender un cambio real.

El futuro del feminismo, y de la propia izquierda, depende de la decisión que tome. La sociedad española está harta de la hipocresía y exige un cambio. Es hora de que la izquierda escuche.

RESUMEN Y VIDEO

La hipocresía del feminismo de postureo

Castillón Confidencial:

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Las acusaciones de Elisa Mouliaá contra Íñigo Errejón han destapado una fractura en el discurso feminista de la izquierda española. Mouliaá ha denunciado un episodio de agresión sexual en el que Errejón la abordó y la forzó en un ascensor, lo cual desató una serie de acusaciones similares por parte de al menos diez mujeres, que fueron ignoradas o silenciadas por las cúpulas de Podemos y Sumar. La vicepresidenta Yolanda Díaz es señalada por su silencio cómplice, pues conocía las acusaciones desde hace más de un año y no actuó en consecuencia.

La denuncia de Mouliaá se suma a otro escándalo que involucra al exministro José Luis Ábalos, acusado de consumir prostitución y recibir favores de un proxeneta. Estos casos evidencian una doble moral de la izquierda, que ha utilizado el feminismo como herramienta política mientras encubre comportamientos abusivos entre sus miembros.

Un tercer caso involucra a Ramiro Santalices, asesor de Díaz, quien fue acusado de poseer pornografía infantil. Yolanda Díaz fue informada, pero en lugar de actuar, suspendió a los denunciantes, permitiendo que Santalices continuara en su cargo durante siete años.

Estos escándalos han revelado la hipocresía del feminismo de la izquierda española, que mientras demoniza a la derecha como machista, protege a sus propios abusadores. La sociedad exige un cambio hacia un feminismo real, que no tolere abusos y que defienda a las víctimas por encima de los intereses políticos.

En conclusión, la izquierda se enfrenta a un dilema: continuar protegiendo a los suyos o asumir un cambio profundo y genuino. La sociedad española demanda un feminismo auténtico que no entienda de ideologías y que se base en principios de igualdad y justicia.

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