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Eurocopa: Pedro Sánchez, el Rey de España y la tensión en el vestuario de la selección española

julio 17, 2024
Eurocopa: Pedro Sánchez, el Rey de España y la tensión en el vestuario de la selección española
Índice de Contenidos:

En Vestuarios: «SI NOS DA LA COPA SÁNCHEZ NO LA RECOGEMOS»

«Si nos da la copa Sánchez, no la recogemos» Sánchez pidió ser él quien entregase la copa a los jugadores y cuando la FIFA revisó el reglamento se dieron cuenta de que los jugadores podían a uno de los dos y en los vestuarios se dijo:

«Si nos da la copa Sánchez, no la recogemos»

El escenario político actual y su influencia en el deporte

Albert Castillón nos introduce en su programa «Castillón confidencial» con una advertencia clara: el verano es una época donde el gobierno actual tiende a desplegar sus estrategias más controvertidas. Pedro Sánchez, descrito por Castillón como un autócrata y dictador, parece tener un control férreo sobre su partido y otras instituciones clave, como la Fiscalía y el Tribunal Constitucional.

Los escándalos de corrupción en los que están involucrados la esposa y el hermano de Sánchez se destacan como una sombra que podría afectar profundamente su carrera política. En este clima de desconfianza, la selección española de fútbol emerge como un símbolo de independencia y orgullo nacional, ajeno a las garras del poder político.

El papel de la selección española en la política nacional

La selección española, según Castillón, es una entidad que no depende del dinero público ni del gobierno de Sánchez. En contraposición a otras instituciones que sí están bajo el control del gobierno, la selección se presenta como un bastión de libertad y autonomía.

La controversia en la entrega del trofeo

Cuando la selección empezó a avanzar en la Copa de Europa, Pedro Sánchez quiso capitalizar el éxito llamando a la televisión pública para asegurarse apariciones en la semifinal y la final. Sin embargo, la selección y la FIFA tuvieron que decidir entre el Rey y Sánchez para la entrega del trofeo. La selección prefirió que fuera el Rey quien entregara la copa, rechazando la presencia de Sánchez en un gesto de enorme simbolismo político.

La reacción de los jugadores

El desplante de la selección se hizo evidente con Dani Carvajal, quien ni siquiera miró a la cara a Sánchez durante la entrega de la copa en Moncloa. Castillón apunta a que Carvajal, hijo de un respetado Policía Nacional y posible votante de Vox, representa el sentimiento patriótico de una parte de la selección que se resiste a ser asociada con un gobierno percibido como traidor.

Despilfarro y desencuentros: la gestión de Sánchez

La gestión de Sánchez se ve cuestionada por múltiples anécdotas que ilustran su enfoque del poder:

  1. Dos Falcons: Para la final en Alemania, ni el Rey ni Sánchez compartieron avión, resultando en el uso de dos Falcon, lo que Castillón señala como un despilfarro.
  2. Uso del helicóptero: A su regreso a Madrid, mientras el Rey optó por el coche, Sánchez utilizó un helicóptero para ir a Moncloa, un acto que intensifica la percepción de excesos en su administración.
  3. La brevedad en Moncloa: Los jugadores estuvieron apenas 16 minutos en Moncloa, en contraste con la hora que pasaron en Zarzuela, mostrando su malestar con el gobierno.

La censura y la campaña contra los jugadores

El programa advierte sobre la ley de censura y cómo esta podría afectar la libertad de expresión en España. La reacción contra Carvajal y otros jugadores, calificados ahora de «maleducados» por no alinearse con las expectativas de Sánchez, muestra cómo el gobierno podría estar movilizando una campaña de desprestigio contra figuras que no apoyan sus intereses.

Rodri, jugando en Inglaterra, y su grito de «España» en la televisión pública, se convierte en otro punto de controversia. La reacción inmediata de los medios refleja el miedo a transgredir las líneas impuestas por el gobierno.

VIDEO: El suceso de los VESTUARIOS sobre Pedro Sánchez, el Rey, la FIFA y la Selección Española

La reciente celebración de la selección española de fútbol masculino tras ganar la Eurocopa ha sido mucho más que un evento deportivo. Esta victoria se ha convertido en un escenario donde convergen la política, la reivindicación territorial y las tensiones sociales, evidenciando una clara humillación a Pedro Sánchez y una fuerte declaración: Gibraltar es español. A continuación, desgranamos estos eventos polémicos en detalle.

La politización del fútbol y la humillación a Pedro Sánchez

Desde el inicio, la izquierda, liderada por Pedro Sánchez, intentó politizar la Eurocopa. Sin embargo, la selección, con una actitud fría y contundente, se opuso a este enfoque, centrando la atención en el deporte y en reivindicaciones más arraigadas y menos partidistas.

La respuesta fría de los jugadores a Sánchez

La interacción de los jugadores de la selección con Pedro Sánchez ha sido notablemente gélida. Dani Carvajal, por ejemplo, dio la mano al presidente sin mirarle a la cara, un gesto que ha sido interpretado como una clara falta de respeto. Este acto no es solamente una anécdota, sino que refleja un malestar más profundo:

  • El contexto detrás de la frialdad: En 2018, Sánchez había atacado a David de Gea y, recientemente, durante la crisis con Luis Rubiales y Jennifer Hermoso, intentó manipular a Carvajal para que tomara partido, algo que el jugador rechazó, defendiendo la presunción de inocencia.
  • Reacción mediática: Los medios afines al PSOE atacaron a Carvajal, acusándolo de machismo y otros descalificativos, lo que solo intensificó la percepción de que se estaba penalizando a la selección por no alinearse políticamente con el gobierno.

Gibraltar: un canto reivindicativo

En medio de la celebración, los cánticos de «Gibraltar español» tomaron protagonismo. A pesar de las críticas de Fabian Picardo, líder del gobierno de Gibraltar, y de la prensa británica, estos cánticos tienen una base histórica sólida:

  • El tratado de 1704: Según el Tratado de Utrecht, lo cedido a Inglaterra eran solo ciudades, castillos y fortificaciones, no los territorios ampliados ni el aeropuerto construido en 1938.
  • Incidentes recientes: La confrontación de la Guardia Civil con narcolanchas y ataques a pescadores españoles cerca de Gibraltar resalta la tensión continua en la zona.

La izquierda y su relación con la selección nacional

La izquierda española y varios movimientos nacionalistas han mostrado históricamente poco apoyo a la selección nacional, a menudo denostando sus símbolos. Sin embargo, este año intentaron capitalizar el éxito de la selección, enfocándose en la diversidad racial de algunos jugadores.

La manipulación de la narrativa racial

Irene Montero y otros políticos de izquierda destacaron que los goles en la final fueron marcados por «personas racializadas», como Nico Williams y Yunus Musah, intentando convertir un logro deportivo en un mensaje político sobre el racismo y la inclusión. Esto generó críticas, ya que:

  • Polarización artificial: La sociedad española, en general, celebró sin distinción de color, mientras que la izquierda parecía más interesada en la pigmentación de la piel que en la unidad nacional.
  • Reacción de los jugadores: Nico Williams, cuando se le preguntó qué le pediría a Sánchez, respondió que bajara los impuestos, mostrando poco interés en ser un símbolo político.

Medios de comunicación y la doble moral

La cobertura mediática de estos eventos ha mostrado una clara doble moral. Mientras que los medios afines a la izquierda criticaron la supuesta mala educación de los jugadores, pasaron por alto gestos similares o incluso peores de Sánchez y otros políticos.

  • Televisión Española y la defensa de Sánchez: Tras la «humillación» de Carvajal, TVE intentó posicionarse en defensa de Sánchez, criticando a la selección por su falta de decoro.
  • Sexualización y cosificación en los medios: El tratamiento de la celebración de la selección, como mostrar el «culazo» de Dani Olmo, mostró una clara hipocresía comparada con cómo se manejan temas similares respecto a las mujeres.

RESUMEN Y VÍDEO

La selección española y pedro sánchez: Resumen

Lince TV

Honor en la entrega de la Copa: La selección española de fútbol ha manifestado claramente su preferencia por que el Rey, y no Pedro Sánchez, entregue la copa tras ganar la Eurocopa. Este gesto simbólico resalta la tensión entre los deportistas y el gobierno, en un contexto donde Sánchez intentó capitalizar el éxito deportivo para mejorar su imagen.

En los vestuarios se escuchó: «Si nos da la copa Sánchez, no la recogemos»

Reacción de la selección: La frialdad en la interacción con Sánchez fue evidente cuando Dani Carvajal, en un acto en Moncloa, evitó mirar a Sánchez al estrechar su mano. Este comportamiento refleja el malestar de los jugadores con el presidente, tras intentos previos de manipulación política en asuntos sensibles como la crisis de Luis Rubiales y Jennifer Hermoso.

Despilfarro gubernamental: La utilización de dos Falcons por parte de Sánchez y el Rey para viajar a la final en Alemania, y el uso de un helicóptero por Sánchez para regresar a Moncloa, son ejemplos citados por Castillón como pruebas de un gobierno que no escatima en gastos para mantener su imagen.

Celebración en Zarzuela vs. Moncloa: Los jugadores mostraron su comodidad y respeto durante su visita a Zarzuela, donde estuvieron una hora, en contraste con los apenas 16 minutos en Moncloa. Este contraste subraya el bajo nivel de comodidad y aprecio hacia el entorno presidencial.

Gibraltar español: Durante las celebraciones, los cánticos de «Gibraltar español» emergieron como un símbolo de reivindicación territorial. A pesar de las críticas, estos cánticos destacan la posición histórica y actual de España respecto al peñón, en medio de tensiones con narcolanchas y pescadores.

Manipulación de la diversidad: La izquierda, liderada por Irene Montero, intentó destacar el origen racial de los goleadores Nico Williams y Yunus Musah como un mensaje político. Sin embargo, la reacción de Williams pidiendo la reducción de impuestos muestra su desinterés en ser parte de esa narrativa política, prefiriendo centrarse en el deporte y la unidad nacional.

Campañas de desprestigio: Tras los gestos de frialdad de la selección hacia Sánchez, medios afines al PSOE lanzaron críticas contra los jugadores, especialmente contra Carvajal, acusándolo de actitudes maleducadas y machistas. Este enfoque mediático busca desviar la atención de la auténtica disconformidad de los jugadores hacia el gobierno.

Escándalos de corrupción: Los involucramientos de la esposa y el hermano de Sánchez en escándalos de corrupción se presentan como sombras que podrían afectar su carrera política. Estos escándalos contribuyen a la percepción de un entorno político cargado de controversias y falta de transparencia.

Ley de censura: Castillón alerta sobre la ley de censura y su potencial impacto en la libertad de expresión. La selección, al mostrar su rechazo a recibir la copa de manos de Sánchez, podría enfrentarse a una campaña gubernamental de represión bajo esta nueva ley, especialmente dirigida a figuras públicas que no se alineen con el gobierno.

Doble moral mediática: La cobertura de los eventos por parte de medios afines a la izquierda muestra una doble moral evidente, criticando la supuesta falta de decoro de la selección mientras ignoran comportamientos similares o más cuestionables de figuras políticas, incluyendo la sexualización y cosificación en los reportes.

El papel de la selección como símbolo de autonomía: Frente a un gobierno que busca extender su influencia, la selección española se erige como un bastión de libertad y orgullo nacional, manteniéndose al margen de las dinámicas de poder y mostrando una identidad fuerte y autónoma en el campo internacional.

Esperanza y bienestar a través del deporte: A pesar de las tensiones políticas, la victoria de la selección y su firme postura han servido para unir y elevar el espíritu nacional, mostrando cómo el deporte puede ser un vehículo para la felicidad, el bienestar y la esperanza, más allá de las divisiones políticas y sociales.

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