Saltar al contenido

La historia oculta del Partido Socialista Obrero Español: Algunos de los crímenes del PSOE que ellos nunca te van a contar

septiembre 3, 2024
Historia del PSOE
Índice de Contenidos:

La historia negra del PSOE

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ha sabido construir una narrativa que lo presenta como un defensor de la democracia y de los derechos sociales. Sin embargo, la historia del PSOE está plagada de sombras que han sido deliberadamente ocultadas, tergiversadas o minimizadas para preservar una imagen de pureza política que dista mucho de la realidad. Este artículo se adentra en los aspectos más oscuros y siniestros de la historia del PSOE, revelando crímenes, traiciones y manipulaciones que han sido estratégicamente omitidos de la narrativa oficial.

La guerra civil y el papel criminal del PSOE

Uno de los episodios más controvertidos de la historia del PSOE es su papel durante la Guerra Civil Española. Mientras que la narrativa oficial suele enfocarse en la figura de Franco y su golpe de Estado, se ignora deliberadamente que el PSOE tuvo un papel protagónico en los hechos que precipitaron el conflicto armado.

Las checas: Centros de tortura bajo el mando del PSOE

Durante la Guerra Civil, el PSOE estuvo directamente involucrado en la creación y gestión de las «checas», centros de detención y tortura que operaban con total impunidad en zonas controladas por la izquierda. Solo en Madrid se contabilizaron más de 300 checas, la mayoría bajo el control del PSOE, donde miles de personas fueron detenidas arbitrariamente, torturadas y asesinadas por sus supuestas simpatías hacia el bando nacional. Estos crímenes fueron perpetrados en un ambiente de odio y venganza, con el objetivo de eliminar físicamente a cualquier persona que pudiera representar una amenaza para la hegemonía socialista.

Entre las víctimas de estas checas se encontraban no solo militares y políticos, sino también civiles inocentes, incluidos niños. Un ejemplo especialmente impactante es la matanza de Paracuellos del Jarama, donde fueron ejecutadas miles de personas, incluidos menores de edad, bajo la supervisión de Santiago Carrillo, por entonces miembro del PSOE y del Partido Comunista. Este episodio, uno de los más brutales de la Guerra Civil, es sistemáticamente silenciado en los relatos históricos promovidos por la izquierda, que prefiere enfocar la atención en los crímenes cometidos por el bando franquista.

El golpe de Estado de 1934: El PSOE contra la República

El relato oficial también omite mencionar que el PSOE fue responsable de uno de los primeros intentos de golpe de Estado en la historia reciente de España. En 1934, tras la victoria electoral de la derecha en las elecciones de 1933, el PSOE, incapaz de aceptar su derrota en las urnas, organizó un levantamiento armado conocido como la Revolución de Octubre. Este levantamiento, que tuvo su epicentro en Asturias, fue una insurrección contra el gobierno legítimo de la Segunda República.

Durante dos semanas, Asturias estuvo bajo el control de los revolucionarios socialistas, que establecieron un régimen de terror en la región. Fueron asesinados decenas de religiosos, empresarios y políticos considerados enemigos de la revolución. El gobierno de la República, con la ayuda de militares como Francisco Franco, logró sofocar la insurrección, pero el daño ya estaba hecho: el PSOE había demostrado que estaba dispuesto a recurrir a la violencia y al golpismo para imponer su agenda política.

Este episodio es especialmente relevante porque contradice la narrativa que presenta al PSOE como defensor de la República. En realidad, el PSOE no dudó en traicionar los principios democráticos de la República cuando los resultados electorales no le favorecieron, organizando un golpe de Estado que, aunque fallido, dejó tras de sí un rastro de sangre y destrucción.

Manipulación electoral en 1936: El pucherazo del Frente Popular

No satisfecho con su fracaso en 1934, el PSOE continuó su campaña de desestabilización en los años siguientes. En las elecciones de febrero de 1936, el Frente Popular, una coalición de izquierdas de la que formaba parte el PSOE, ganó por un margen estrecho. Sin embargo, numerosas investigaciones han demostrado que las actas electorales fueron manipuladas en varias circunscripciones para garantizar la victoria de la izquierda.

e4f02f75 8fd2 4eb9 ad1f b9488d19f4a4 Fachosfera.info

Este pucherazo fue solo el comienzo de una serie de acontecimientos que llevaron a España al borde de la Guerra Civil. Entre febrero y julio de 1936, la violencia política se disparó en todo el país, con 600 asesinatos cometidos en apenas cinco meses. Esta cifra es especialmente alarmante si se considera que ETA, una organización terrorista activa durante más de cuatro décadas, cometió un total de 900 asesinatos en toda su historia. La comparación es escalofriante y pone de manifiesto la brutalidad del PSOE y sus aliados en su afán por consolidar el poder a cualquier precio.

El asesinato de José Calvo Sotelo, líder de la oposición, a manos de miembros del PSOE, fue el detonante que precipitó el estallido de la Guerra Civil. Este asesinato, perpetrado por la guardia personal de Indalecio Prieto, uno de los líderes más influyentes del PSOE, fue un acto de terrorismo político que dejó claro que el PSOE estaba dispuesto a eliminar físicamente a sus adversarios para alcanzar sus objetivos. La guerra que siguió no fue simplemente una reacción al golpe de Franco, sino una respuesta desesperada a la espiral de violencia y asesinatos promovida por el PSOE y sus aliados en el Frente Popular.

El PSOE en la dictadura y la Transición: La reinvención del verdugo como víctima

Con la derrota del bando republicano en 1939, el PSOE quedó en gran medida desarticulado y muchos de sus líderes se exiliaron. Sin embargo, durante la dictadura franquista, el PSOE logró reinventarse, presentándose a sí mismo como un partido víctima de la represión y defensor de la democracia. Este proceso de blanqueo histórico fue posible gracias a la ayuda de la comunidad internacional y de sectores progresistas que, ignorando su pasado criminal, vieron en el PSOE un baluarte contra el autoritarismo de Franco.

La Transición y el olvido de los crímenes del PSOE

Durante la Transición a la democracia en los años 70, el PSOE se consolidó como uno de los pilares del nuevo sistema político. Sin embargo, este proceso estuvo marcado por una amnesia colectiva que permitió al partido escapar de su pasado oscuro. Los crímenes cometidos por el PSOE durante la Guerra Civil y la Revolución de 1934 fueron convenientemente olvidados, y el partido fue rehabilitado como una fuerza democrática esencial para el futuro de España.

La Ley de Amnistía de 1977, que perdonó a todos los delitos políticos cometidos durante la dictadura y la Guerra Civil, sirvió también para borrar las huellas de los crímenes del PSOE. Esto permitió a sus líderes presentarse como luchadores por la libertad y la justicia, ocultando su responsabilidad en algunos de los episodios más sangrientos de la historia de España. La amnesia histórica que prevaleció durante la Transición permitió al PSOE recuperar el poder sin rendir cuentas por sus acciones pasadas.

El PSOE de Pedro Sánchez: La traición a sus propios principios

En la actualidad, el PSOE ha evolucionado hasta convertirse en un partido que ha traicionado incluso los principios que alguna vez afirmó defender. Bajo el liderazgo de Pedro Sánchez, el PSOE ha adoptado una política de alianzas oportunistas y de manipulación de la opinión pública, en un intento desesperado por mantenerse en el poder a cualquier precio.

La deslealtad institucional y el gobierno con radicales

Uno de los aspectos más criticados de la gestión de Pedro Sánchez es su disposición a pactar con partidos radicales y separatistas para asegurar su permanencia en el gobierno. Esta estrategia, que ha incluido acuerdos con fuerzas políticas que buscan la ruptura de España, ha sido vista como una traición a la unidad nacional y a los valores constitucionales que el PSOE afirma defender.

La dependencia de Sánchez de estos aliados ha llevado a una deslealtad institucional sin precedentes, donde las leyes y normas democráticas han sido subvertidas para satisfacer las demandas de grupos minoritarios pero influyentes. Esta situación ha generado una profunda división en la sociedad española, alimentando el resentimiento y la polarización política.

La manipulación de la justicia y los medios

Otra característica preocupante del PSOE bajo el liderazgo de Pedro Sánchez es su manipulación de la justicia y los medios de comunicación. Sánchez ha sido acusado de utilizar su poder para influir en decisiones judiciales y para controlar la narrativa mediática, en un intento por silenciar a sus críticos y perpetuar su control sobre el gobierno.

El caso más notorio es el de su tesis doctoral, plagada de acusaciones de plagio y de haber sido escrita por terceros. A pesar de la evidencia, el caso fue rápidamente enterrado gracias a la influencia política del PSOE sobre ciertas instituciones y medios, dejando a la opinión pública sin respuestas claras.

La corrupción y el desgaste ético

El PSOE ha estado involucrado en numerosos escándalos de corrupción a lo largo de los años, y Pedro Sánchez no ha sido una excepción. Desde el caso de los ERE en Andalucía, donde miles de millones de euros fueron malversados por funcionarios socialistas, hasta las más recientes denuncias de nepotismo y clientelismo en su administración, la corrupción ha sido una constante en la gestión del PSOE.

Este patrón de corrupción y falta de ética no es un fenómeno aislado, sino parte de una cultura arraigada en el partido, que ha sido capaz de adaptarse y evolucionar, pero nunca de erradicar sus tendencias más destructivas. La corrupción endémica en el PSOE ha minado la confianza de los ciudadanos en sus instituciones y ha contribuido al desencanto generalizado con la clase política en España.

La verdadera historia del PSOE: Un legado de traición, violencia y manipulación

Al observar la trayectoria del PSOE desde su fundación hasta la actualidad, queda claro que su historia está marcada por actos de traición, violencia y manipulación que han tenido consecuencias devastadoras para España. Desde su participación en los crímenes de la Guerra Civil, pasando por su intento de golpe de Estado en 1934, hasta su complicidad en la manipulación electoral de 1936, el PSOE ha demostrado una y otra vez que está dispuesto a sacrificar los principios democráticos y los derechos humanos para alcanzar sus objetivos políticos.

El PSOE ha sido responsable de algunos de los episodios más oscuros y sangrientos de la historia moderna de España, y ha continuado mostrando una falta de escrúpulos en su actuación política. Bajo el liderazgo de Pedro Sánchez, el partido ha continuado con esta tradición, utilizando tácticas de división, manipulación y deslealtad para perpetuar su control sobre el poder.

Es fundamental que los ciudadanos españoles conozcan la verdadera historia del PSOE y comprendan las implicaciones de permitir que un partido con un pasado tan turbio siga ejerciendo un poder tan desproporcionado. Solo a través del conocimiento de la verdad podemos prevenir que se repitan los errores del pasado y asegurar un futuro más justo y democrático para todos.

La narrativa oficial ha sido cuidadosamente construida para presentar al PSOE como un defensor de la democracia y los derechos sociales, pero la realidad es muy distinta. El PSOE ha sido, y sigue siendo, un partido marcado por la traición, la violencia y la corrupción, y es esencial que esta verdad salga a la luz para que los ciudadanos puedan tomar decisiones informadas sobre el futuro de España.

RESUMEN Y VIDEO

Que no te vendan la moto de falso buenismo, PSOE y toda la izquierda, solo quiere aprovecharse de ti, empobrecerte, calles inseguras y mentirte diciendo que la culpa de que no llegues a fin de mes, o de que las calles sean inseguras, es de los demás.

El PSOE ha sido un enemigo constante de la democracia en España, desde sus primeros días, utilizando la violencia y la traición para imponer su voluntad. En 1934, el PSOE orquestó un golpe de Estado contra la República, demostrando su absoluta falta de respeto por los resultados democráticos cuando no le favorecen. Este acto de traición culminó en la Revolución de Asturias, donde los socialistas no dudaron en bañar las calles en sangre para intentar tomar el poder.

El fraude electoral de 1936 fue otra infamia perpetrada por el PSOE, que manipuló descaradamente las elecciones para colocarse en el poder. Este golpe a la voluntad popular fue el preludio del caos y la violencia que llevaron a la Guerra Civil, un conflicto que el PSOE no dudó en avivar para alcanzar sus objetivos totalitarios.

La complicidad del PSOE en los asesinatos políticos durante la Segunda República es innegable. El brutal asesinato de José Calvo Sotelo por agentes vinculados al PSOE fue una muestra del terror que el partido estaba dispuesto a sembrar para eliminar a sus oponentes. Este crimen fue parte de una estrategia calculada para desestabilizar al país y llevarlo al borde del abismo.

Las checas de Madrid, dirigidas en su mayoría por miembros del PSOE, fueron auténticos centros de tortura y asesinato donde miles de personas inocentes perdieron la vida. Estos crímenes atroces han sido borrados de la historia oficial, pero no deben ser olvidados. El PSOE no ha mostrado remordimiento alguno por estos actos, prefiriendo presentarse como una víctima de la represión franquista.

Tras la Guerra Civil, el PSOE se reinventó cínicamente como defensor de la democracia, cuando en realidad fue uno de los principales artífices de su destrucción. La Transición española permitió que el PSOE ocultara su pasado criminal, beneficiándose de una amnesia colectiva que lo ha mantenido impune hasta hoy.

La corrupción endémica dentro del PSOE es otro de sus legados. Desde los escándalos de los ERE en Andalucía hasta los múltiples casos de nepotismo y clientelismo, el PSOE ha demostrado una y otra vez que su prioridad no es el bienestar del pueblo español, sino el enriquecimiento de sus líderes y la perpetuación de su poder a cualquier coste.

Pedro Sánchez es el último exponente de esta tradición de manipulación y engaño. Desde su llegada al poder, ha utilizado todas las herramientas a su disposición para controlar los medios de comunicación y silenciar a sus críticos. El PSOE ha convertido a España en un estado clientelar, donde los favores y los cargos se reparten entre los amigos del partido, mientras que los problemas reales de los ciudadanos se ignoran.

El PSOE miente descaradamente a los ciudadanos. Pedro Sánchez ha demostrado ser un maestro de la manipulación, capaz de prometer cualquier cosa para ganar votos, solo para traicionar esas promesas una vez en el poder. Su famoso “no es no” con respecto a pactar con Podemos se transformó en un gobierno de coalición, en el que el PSOE se ha aliado con fuerzas radicales que buscan destruir la unidad de España.

El PSOE nos oculta la verdad, no solo sobre su pasado, sino también sobre su gestión presente. El manejo de la pandemia de COVID-19 por parte del gobierno de Sánchez fue un desastre que costó miles de vidas, y que el PSOE ha intentado encubrir mediante la manipulación de los datos y el control de la narrativa mediática.

La Ley de Memoria Democrática impulsada por el gobierno socialista no es más que un intento de reescribir la historia para blanquear su propio pasado y criminalizar a sus adversarios. Esta ley selectiva y vengativa busca silenciar cualquier voz crítica y establecer una versión única de los hechos que conviene al PSOE, perpetuando así su control sobre la sociedad.

El PSOE ha traicionado una y otra vez a los ciudadanos españoles, entregando las riendas del país a quienes buscan dividirlo y destruirlo. El apoyo de Sánchez a los independentistas catalanes y a Bildu es una prueba irrefutable de su deslealtad hacia España y su Constitución. El PSOE no duda en vender el país si con ello puede mantenerse en el poder unos meses más.

Por el bien de nuestros hijos, por el futuro de España, es crucial que los ciudadanos comprendan la verdadera naturaleza del PSOE: un partido corrupto, traicionero y peligroso, que ha demostrado en repetidas ocasiones estar dispuesto a sacrificar la democracia, los derechos humanos y la unidad nacional para satisfacer su ansia de poder. Votar al PSOE es votar por la destrucción de España, por la perpetuación de la corrupción y por un futuro sombrío y dividido. Es hora de decir basta y de no permitir que el PSOE siga manipulándonos y arrastrando a nuestro país al abismo.

historia negra del PSOE
Configuración