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La inmigración: El veneno del buenismo que está destruyendo Europa y amenaza con llevar a España al abismo

septiembre 28, 2024
la inmigracion el veneno del bue Fachosfera.info
Índice de Contenidos:

El buenismo que nos destruye

El buenismo puede parecer, a simple vista, una forma de mostrarnos más humanos, éticos y moralmente mejores, pero la realidad es que está destruyendo las bases de nuestras sociedades. Lejos de fomentar solidaridad, el buenismo está permitiendo la creación de sociedades sin ley, más violentas, empobrecidas e inseguras.

Nuestras culturas y democracias se ven amenazadas por políticas de fronteras abiertas que no responden a una lógica realista. No es malo en absoluto mantener las fronteras cerradas, permitiendo el acceso únicamente a quienes siguen los cauces legales, como se ha hecho siempre en los países desarrollados. De hecho, es mucho más efectivo y responsable ayudar directamente a los países extranjeros, fomentando su desarrollo local, que traer sus problemas y ciudadanos a España, agravando nuestros propios retos internos.

Europa está sumida en una profunda crisis que no parece tener fin. La inmigración, que inicialmente se veía como una oportunidad para abrir nuestras fronteras, ha demostrado ser el talón de Aquiles que está erosionando las bases de nuestra civilización. El buenismo, ese término que evoca una falsa superioridad moral, ha sido el principal cómplice de esta autodestrucción.

¿Hasta cuándo Europa seguirá permitiendo que su cultura, su seguridad y su futuro sean sacrificados en el altar de lo mal llamado políticamente correcto?

La inmigración como principal problema según los europeos: un futuro devastador

La inmigración, según las encuestas en Europa, es el principal problema que preocupa a los ciudadanos. Y no es de extrañar. Con la llegada masiva de inmigrantes, hemos sido testigos de un incremento alarmante de la criminalidad, del deterioro de nuestros barrios y del encarecimiento de la vivienda. Pero eso no es lo peor; estamos perdiendo nuestra identidad cultural a pasos agigantados. Las consecuencias son evidentes y desastrosas: un aumento de la violencia, la segregación y la decadencia de nuestras ciudades.

Y esto no es fruto del azar, sino de una política negligente, promovida por burócratas de Bruselas, magnates del Foro de Davos, políticos de los partidos tradicionales y, sí, también los jueces, medios de comunicación y sus aliados. Esta élite global ha creado un sistema que fomenta el reemplazo demográfico en lugar de proteger a sus ciudadanos.

El buenismo de los jueces: responsables de tragedias evitables

El buenismo judicial es un componente clave de esta tragedia. Un caso que ha causado una fuerte indignación es la muerte de una joven universitaria en Francia, asesinada por un inmigrante marroquí que, pese a haber sido condenado por violación, fue liberado debido a la condescendencia de un juez irresponsable. ¿Cómo es posible que un violador reincidente pueda caminar libremente por nuestras calles mientras nuestras jóvenes pagan con su vida por los errores de un sistema fallido?

Este caso no es aislado. Es la punta del iceberg de una justicia cegada por el buenismo, donde la protección de los derechos de los criminales parece estar por encima de la seguridad de los ciudadanos. ¿Hasta cuándo vamos a soportar que nuestras vidas estén en manos de jueces que anteponen los «derechos» de inmigrantes delincuentes sobre la justicia y el bienestar de nuestras sociedades?

Europa bajo asedio: Alemania, Francia y España colapsando ante la inmigración descontrolada

Alemania es uno de los ejemplos más evidentes de este colapso. En Berlín, los inmigrantes islamistas ya controlan las calles, donde incluso la policía se ve impotente. “Esta calle es mía, aquí manda el islam», se escuchan gritos que resuenan como un eco de lo que está por venir. Lo que no verás en los Emiratos Árabes o Qatar, lo verás en ciudades europeas que alguna vez fueron emblemas de la cultura y la civilización.

En Francia, la situación es aún más crítica. París, la ciudad de la luz, el amor y la cultura, se ha transformado en un auténtico vertedero. Las imágenes de las calles abarrotadas de inmigrantes subsaharianos y magrebíes son una realidad que los medios prefieren ocultar, pero que es evidente para cualquiera que camine por sus calles.

Y España no se queda atrás. Los barrios de nuestras ciudades ya comienzan a mostrar los primeros síntomas de la decadencia que ha invadido el resto de Europa. El efecto llamada promovido por los políticos buenistas y sus votantes, ha abierto las puertas del país de par en par. Mientras que los ciudadanos españoles apenas pueden llegar a fin de mes, el gobierno socialista no duda en gastar millones en acoger a inmigrantes ilegales que reciben más ayudas que los propios españoles.

Canarias y la pesadilla del buenismo migratorio

Canarias se ha convertido en otro ejemplo palpable del caos que se avecina. En una clase de Tenerife, un joven magrebí intimidó a un profesor subido a una mesa, mostrando el futuro que les espera a los hijos de los españoles si esta inmigración descontrolada no se detiene. Además, los acosos a mujeres por parte de inmigrantes se han multiplicado, como denuncia una joven que fue seguida por un inmigrante en la Laguna. ¿Cuántos más incidentes necesitamos para darnos cuenta del peligro?

El buenismo se ha convertido en el principal promotor del colapso. Los políticos y jueces que defienden a capa y espada a los inmigrantes ilegales son los verdaderos responsables de la situación. En lugar de proteger a los ciudadanos, prefieren poner en peligro su seguridad para mantener una falsa imagen de tolerancia y solidaridad.

La complicidad de los medios y el silenciamiento de la verdad

La realidad de lo que está ocurriendo en Europa es sistemáticamente silenciada por los grandes medios de comunicación, que prefieren mantener una narrativa de «multiculturalismo» y «diversidad» que no se corresponde con la situación actual. Las estadísticas no mienten: el 46% de los condenados por agresiones sexuales en España son extranjeros, y los africanos cometen el 20% de las agresiones. Mientras tanto, los políticos buenistas continúan vendiendo la idea de que todos los inmigrantes vienen a trabajar y contribuir, cuando la realidad es que una gran parte de ellos viven de las ayudas del estado y contribuyen al aumento de la inseguridad y la criminalidad.

Los medios de comunicación, alineados con la agenda globalista, ocultan deliberadamente los datos sobre la criminalidad de los inmigrantes y promueven una visión distorsionada de la situación. Esto no es solo negligencia, es complicidad. Los ciudadanos europeos, y en especial los españoles, están siendo engañados y llevados al borde del abismo sin siquiera darse cuenta.

El caso de Marruecos: la amenaza directa a España

Marruecos es un caso especial, ya que es el único país con el que España podría entrar en guerra. Con más de un millón de marroquíes viviendo en España, el peligro de una quinta columna dentro de nuestras fronteras es real. El 26% de los presos extranjeros en España son marroquíes, y las segundas generaciones de inmigrantes marroquíes están sobre-representadas en los casos de radicalización y terrorismo.

El lobby pro-Marruecos en España, compuesto principalmente por el PP y el PSOE, ha permitido que esta situación se agrave aún más. Los partidos políticos tradicionales se han convertido en colaboradores directos de la agenda expansionista de Marruecos, y son los responsables del debilitamiento de nuestra seguridad y soberanía.

El futuro de España: un camino hacia el abismo si no reaccionamos a tiempo

España se encuentra en una encrucijada. Si no tomamos medidas urgentes, seguiremos el mismo destino de países como Francia, Alemania o Reino Unido. La cultura española, nuestra seguridad y nuestra soberanía están en juego. El buenismo nos está llevando hacia el abismo, y si no reaccionamos a tiempo, el futuro de España será uno de decadencia, violencia y pérdida de identidad.

Es hora de dejar de lado el buenismo y actuar con determinación. No se trata de racismo ni xenofobia; se trata de proteger a nuestras familias, nuestra cultura y nuestro país. No podemos permitir que el destino de España sea el mismo que el de otras naciones europeas, ya colapsadas por la inmigración descontrolada y la inacción de sus gobiernos.

España aún está a tiempo de salvarse, pero solo si actuamos ahora. De lo contrario, el abismo nos espera.

RESUMEN Y VIDEO

Resumen: La inmigración descontrolada en Europa y cómo está llevando a España hacia el colapso total

Europa está en una crisis migratoria devastadora, pero lo más indignante es el papel del buenismo. Este falso sentido de moralidad ha abierto las puertas a una inmigración descontrolada que está destrozando nuestras ciudades y culturas. La seguridad ha sido sacrificada en el altar de lo políticamente correcto, con consecuencias desastrosas.

La criminalidad se dispara, y los inmigrantes están en el centro del problema. Las estadísticas no mienten: en España, el 46% de los condenados por agresiones sexuales son extranjeros, y los africanos cometen el 20% de ellas. Sin embargo, los medios de comunicación censuran estos datos, silenciando la realidad para proteger su narrativa multiculturalista.

El buenismo de los jueces irresponsables está literalmente costando vidas. El caso más indignante es el de la joven universitaria asesinada en Francia por un inmigrante marroquí condenado por violación y luego liberado. Este no es un caso aislado; la justicia está fallando, y los ciudadanos están pagando el precio.

Alemania y Francia están colapsando. En Berlín, los inmigrantes islamistas controlan las calles, mientras que París se ha convertido en un vertedero multicultural. Las imágenes de calles abarrotadas de inmigrantes son censuradas, pero la decadencia es palpable. España está en la misma senda si no actúa con rapidez.

En Canarias, los incidentes violentos protagonizados por inmigrantes están en aumento. Un joven magrebí intimidó a un profesor subido a una mesa en Tenerife. Las mujeres denuncian acoso por parte de inmigrantes y las autoridades siguen mirando hacia otro lado, incapaces de frenar esta ola de violencia.

La complicidad de los medios es evidente. Ocultan deliberadamente las cifras alarmantes de criminalidad relacionadas con los inmigrantes para no romper la narrativa del «multiculturalismo». Mientras tanto, los ciudadanos viven con miedo y ven cómo su país se desmorona bajo sus pies.

En Marruecos, la amenaza a España es tangible. Con más de un millón de marroquíes en el país, hay un claro riesgo de quinta columna. Los marroquíes representan el 26% de los presos extranjeros en España. Si no se toman medidas, España se verá consumida por la misma radicalización que afecta a otros países europeos.

Los partidos políticos tradicionales, como el PP y el PSOE, están en connivencia con esta agenda migratoria. En lugar de proteger a sus ciudadanos, permiten el reemplazo demográfico y la pérdida de soberanía. Están vendiendo a España al mejor postor y, con ello, el futuro de la nación.

España no está exenta del colapso. Ya hay signos evidentes de que el país está siguiendo el mismo camino que Francia y Alemania. Si no se toman medidas urgentes, el abismo está cerca y la sociedad española se encontrará fragmentada y en decadencia.

La situación en Canarias es solo un ejemplo de lo que le espera al resto del país. Los barrios se están deteriorando rápidamente, y la inseguridad se está disparando. Los políticos buenistas y sus políticas de puertas abiertas han traído caos y violencia.

Si no se pone freno a la inmigración descontrolada, España seguirá el destino de otros países europeos que ya están colapsando bajo el peso de la inmigración ilegal y la inacción de sus gobiernos. España aún puede salvarse, pero solo si actúa ahora, antes de que sea demasiado tarde.

En conclusión, el buenismo es el mayor culpable de esta crisis. Los ciudadanos españoles están siendo engañados y abandonados a su suerte. El tiempo se agota para que España tome control de su futuro y detenga la decadencia que está arrasando Europa. Si no actuamos ahora, España caerá en el mismo abismo.

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