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La Mercancía – Episodio 3 del nuevo curso universitario «Anti-Marx» impartido por Juan Ramón Rallo

julio 8, 2024
la mercancia episodio 3 del nuev Fachosfera.info

El estudio del capitalismo no puede estar completo sin una comprensión detallada de su unidad más elemental: la mercancía. Karl Marx, en su obra, dedicó un análisis exhaustivo a esta categoría económica, considerándola la célula económica del capitalismo. Este artículo, desglosa cada uno de los aspectos clave que definen a la mercancía según Marx, explorando sus implicaciones en el sistema económico capitalista.

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Índice de Contenidos:

¿Qué es una mercancía?

Para Marx, una mercancía es mucho más que un simple bien intercambiable. La define con cinco características fundamentales:

  1. Valor de uso: Un objeto que satisface alguna necesidad humana.
  2. Valor de uso social: Su utilidad debe ser reconocida por otros, no solo por su productor.
  3. Reproducibilidad: Debe ser posible producirlo repetidamente.
  4. Producción a través del trabajo privado: Debe ser fruto del trabajo de individuos que trabajan de manera independiente.
  5. Distribución a través del mercado: Su objetivo final es ser vendido en el mercado.

Valor de uso: la primera característica

Un valor de uso es, esencialmente, cualquier bien económico que cumple una función útil para satisfacer necesidades humanas. Marx utiliza este término en dos sentidos: primero, como el bien económico en sí mismo, y segundo, como la cualidad de utilidad del bien. Sin embargo, la utilidad de una mercancía no depende del tiempo de trabajo necesario para producirla, sino de su capacidad para satisfacer una necesidad.

Valor de uso social: la segunda característica

Una mercancía debe ser útil para otros, no necesariamente para su productor. Por ejemplo, un carpintero que produce martillos probablemente no necesitará mil martillos, pero estos pueden ser extremadamente útiles para otros individuos. Este es el concepto de valor de uso social, donde la utilidad de la mercancía es reconocida por otros miembros de la sociedad.

Reproducibilidad: la tercera característica

Para que un objeto sea considerado una mercancía, debe ser reproducible. Esto excluye elementos únicos como obras de arte originales o tierras vírgenes, que aunque pueden ser vendidas y adquirir la forma de mercancías, no se producen repetidamente. La teoría del valor trabajo de Marx se aplica solo a aquellos objetos que son reproducibles.

Trabajo privado: la cuarta característica

La producción de mercancías se realiza a través del trabajo privado, es decir, el trabajo de individuos que operan de manera independiente y descentralizada. Esto contrasta con el trabajo social, donde varios trabajadores cooperan en un mismo proyecto productivo, como una familia de agricultores que cultivan juntos y consumen lo que producen.

Distribución a través del mercado: la quinta característica

Finalmente, para que un valor de uso social reproducible a través del trabajo privado sea una mercancía, debe ser distribuido a través del mercado. Si un bien se produce pero no se vende en el mercado, no se considera una mercancía en el sentido marxista. Por ejemplo, los servicios proporcionados por el Estado, aunque útiles y reproducibles, no se venden en el mercado y, por tanto, no son mercancías.

La relación de intercambio: valor de cambio

La cuestión central en el estudio de la mercancía es entender cómo se determinan las proporciones a las que unas mercancías se intercambian por otras, es decir, el valor de cambio. Marx distingue entre el valor de cambio y el precio, siendo este último el valor de cambio en términos monetarios. Para Marx, la determinación del valor de cambio no es aleatoria; existe un centro de gravedad que guía las relaciones de intercambio, y es la teoría del valor trabajo la que explica este fenómeno.

La teoría del valor trabajo

La teoría del valor trabajo no sostiene que el valor de una mercancía está determinado por la cantidad de trabajo necesario para producirla como se enseña habitualmente.

Esta teoría se centra en las mercancías reproducibles, excluyendo aquellos objetos únicos que no pueden ser producidos en masa. La mercancía ha de ser un cosa útil, un valor de uso social, útil para los demás.

Aplicaciones y limitaciones de la teoría del valor trabajo

Es crucial entender que la teoría del valor trabajo se aplica únicamente a las mercancías propiamente dichas, no a aquellos objetos que adoptan la forma de mercancías. Por ejemplo, la tierra virgen o un cuadro original pueden tener un precio, pero este no se explica por la teoría del valor trabajo, ya que no son reproducibles.

La forma de mercancía

Marx introduce el concepto de forma de mercancía para describir cómo los productos del trabajo toman la forma de mercancías en una sociedad capitalista. Esto implica que cualquier bien producido bajo estas condiciones asume una doble naturaleza: valor de uso y valor de cambio. Esta dualidad es fundamental para entender las contradicciones internas del capitalismo.

La fetichización de la mercancía

Uno de los conceptos más famosos de Marx es el de fetichismo de la mercancía. Este fenómeno describe cómo las relaciones sociales entre los productores se manifiestan como relaciones entre las cosas que producen. En otras palabras, las mercancías adquieren una apariencia autónoma y se perciben como si tuvieran un valor intrínseco independiente del trabajo humano que las produjo. Esta percepción oculta la verdadera naturaleza de las relaciones de explotación y dominación en el capitalismo.

La evolución histórica de la mercancía

Marx no veía la mercancía como una entidad estática, sino como un fenómeno que ha evolucionado históricamente. La producción mercantil simple, donde los productores individuales intercambian sus productos directamente, precede al capitalismo, donde la producción de mercancías se realiza a gran escala y de manera organizada para el mercado.

De la producción mercantil simple al capitalismo

En la producción mercantil simple, cada productor es dueño de sus medios de producción y produce principalmente para intercambiar. Sin embargo, con el desarrollo del capitalismo, esta forma de producción se transforma. Los productores ya no poseen los medios de producción; en su lugar, trabajan para capitalistas que controlan estos medios y organizan la producción de manera que maximiza las ganancias.

La mercancía y la acumulación de capital

La acumulación de capital es un proceso central en el capitalismo, y la mercancía juega un papel crucial en él. El capital se acumula mediante la reinversión de las ganancias obtenidas de la venta de mercancías. Este proceso conduce a la concentración y centralización del capital, lo que aumenta la capacidad productiva pero también intensifica las desigualdades sociales y económicas.

La mercancía y la alienación del trabajador

La producción de mercancías bajo el capitalismo no solo afecta la economía, sino también la vida de los trabajadores. La alienación es una consecuencia directa de este sistema. Los trabajadores se ven alienados de los productos de su trabajo, de su proceso de trabajo, de su esencia como seres humanos y de los demás trabajadores. Este fenómeno es una manifestación de las contradicciones inherentes al capitalismo.

Alienación del producto del trabajo

En una economía capitalista, los trabajadores no poseen los productos que crean. Estos productos se convierten en mercancías que pertenecen a los capitalistas y se venden en el mercado. Esta separación del trabajador y el producto de su trabajo es una forma de alienación.

Alienación del proceso de trabajo

Además de estar alienados de los productos de su trabajo, los trabajadores también están alienados del proceso mismo de trabajo. En lugar de realizar actividades creativas y autodirigidas, los trabajadores realizan tareas repetitivas y monótonas bajo la supervisión de los capitalistas, quienes controlan el proceso de producción.

Alienación de la esencia humana

Marx sostiene que el trabajo es una actividad esencialmente humana que permite a los individuos expresar su creatividad y humanidad. Sin embargo, bajo el capitalismo, el trabajo se convierte en una actividad alienante que deshumaniza a los trabajadores.

Alienación de otros trabajadores

Finalmente, los trabajadores están alienados de otros trabajadores. En lugar de cooperar y compartir, los trabajadores compiten entre sí por empleos y salarios, lo que rompe la solidaridad y la comunidad.

La importancia de la mercancía en el capitalismo

Para Marx, la mercancía es la forma predominante de riqueza en el capitalismo. Comprender la mercancía es fundamental para entender el sistema capitalista en su totalidad. Las cinco características que definen a una mercancía – valor de uso, valor de uso social, reproducibilidad, producción a través del trabajo privado y distribución a través del mercado – son esenciales para desentrañar las dinámicas económicas del capitalismo.

En resumen, el análisis de la mercancía proporciona una base sólida para entender el capitalismo desde una perspectiva marxista. La teoría del valor trabajo y la distinción entre diferentes tipos de trabajo son conceptos clave que nos permiten profundizar en la estructura económica y social del capitalismo, destacando la centralidad de la mercancía en este sistema.

Características de la mercancía según Marx

CaracterísticaDescripción
Valor de usoObjeto útil que satisface necesidades humanas.
Valor de uso socialUtilidad reconocida por otros, no solo por el productor.
ReproducibilidadPosibilidad de producir el objeto repetidamente.
Trabajo privadoProducción realizada de manera independiente y descentralizada.
DistribuciónVenta de la mercancía a través del mercado.

Lista de tipos de objetos en el capitalismo

  1. Objetos inútiles: Cosas inservibles.
    2. Objetos útiles no reproducibles: Tierra virgen, obras de arte únicas.
  2. Objetos de valor de uso propio: Productos para autoconsumo.
  3. Objetos útiles no destinados al intercambio: Servicios estatales.
  4. Objetos que adoptan la forma de mercancías: Honorabilidad, cuadros originales.
  5. Mercancías: Objetos útiles para terceros, reproducibles y vendidos en el mercado.

RESUMEN y VÍDEO

Este artículo busca ofrecer una visión completa y estructurada del concepto de mercancía en el marco del capitalismo, según la teoría marxista, proporcionando al lector una comprensión profunda y crítica de las dinámicas económicas que subyacen en nuestra sociedad actual.

Juan Ramón Rallo La Mercancía

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El análisis de la mercancía, según Karl Marx, es fundamental para entender la economía capitalista. Este concepto, descrito en su obra «El Capital», revela las dinámicas esenciales del sistema económico y social vigente.

Una mercancía, en términos marxistas, no es solo un bien intercambiable; posee cinco características esenciales: valor de uso, valor de uso social, reproducibilidad, producción a través del trabajo privado y distribución a través del mercado.

El valor de uso se refiere a la capacidad de una mercancía para satisfacer necesidades humanas. Marx destaca que esta utilidad no depende del tiempo de trabajo invertido en su producción, sino de su capacidad para satisfacer una necesidad.

La utilidad social de una mercancía implica que debe ser útil para otros, no solo para su productor. Esto es crucial, ya que el valor de uso social permite que el bien sea demandado y consumido por la sociedad.

Para ser considerada mercancía, un objeto debe ser reproducible. Elementos únicos, como obras de arte originales o tierras vírgenes, aunque pueden ser vendidos, no se producen repetidamente y no entran en la categoría de mercancías en sentido estricto.

La producción a través del trabajo privado indica que las mercancías son fruto del trabajo de individuos que operan de manera independiente. Este trabajo privado se diferencia del trabajo social, donde la producción es cooperativa.

La mercancía debe ser distribuida a través del mercado. Si un bien se produce pero no se vende, no es considerado una mercancía en el sentido marxista, subrayando la importancia del mercado en la economía capitalista.

Marx introduce el concepto de valor de cambio para explicar las proporciones de intercambio entre mercancías. Este valor, distinto del precio, se guía por la teoría del valor trabajo, que afirma que el valor de una mercancía está determinado por la cantidad de trabajo socialmente necesario para producirla.

La teoría del valor trabajo es central para entender el valor de las mercancías reproducibles, excluyendo objetos únicos cuya producción no puede ser replicada en masa. Esto marca una diferencia crucial en la teoría económica marxista.

El concepto de forma de mercancía describe cómo los productos del trabajo asumen una doble naturaleza: valor de uso y valor de cambio. Esta dualidad es fundamental para entender las contradicciones del capitalismo.

Uno de los aspectos más conocidos es el fetichismo de la mercancía, que describe cómo las relaciones sociales entre productores se manifiestan como relaciones entre cosas, ocultando la verdadera naturaleza de la explotación.

Históricamente, la mercancía ha evolucionado. De la producción mercantil simple, donde individuos intercambiaban sus productos, se pasó al capitalismo, donde la producción se organiza para el mercado a gran escala.

En el capitalismo, la acumulación de capital es crucial. Las mercancías permiten la reinversión de ganancias, lo que conduce a la concentración y centralización del capital, aumentando la capacidad productiva pero también las desigualdades.

La producción de mercancías bajo el capitalismo genera alienación del trabajador. Los trabajadores se ven separados de los productos de su trabajo, del proceso de trabajo, de su esencia como seres humanos y de otros trabajadores.

La alienación del producto del trabajo significa que los trabajadores no poseen los productos que crean. Estos productos pertenecen a los capitalistas y se venden en el mercado.

La alienación del proceso de trabajo implica que los trabajadores realizan tareas repetitivas bajo la supervisión de capitalistas, perdiendo la creatividad y autodirección.

Marx sostiene que el trabajo es una actividad esencialmente humana que permite la expresión creativa. Sin embargo, bajo el capitalismo, el trabajo se convierte en una actividad deshumanizante.

Finalmente, la alienación de otros trabajadores rompe la solidaridad, ya que los trabajadores compiten entre sí por empleos y salarios. Entender estas dinámicas es esencial para una visión crítica y esperanzadora de un cambio en la estructura económica y social.

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